La historia de amor y superación de Aníbal Montatixe y cónyuge Teresa Vargas culminó abruptamente en la Panamericana sur, a la entrada de Machachi – capital del cantón Mejía, provincia del Pichincha. Fue tan grande el afecto que tuvieron que ser velados juntos después del arrollamiento que los mató.
Ayer, los dos ataúdes fueron puestos, uno junto al otro, en el centro de la sala de velaciones en suelo machacheño. Arreglos florales rodeaban las cajas mortuorias y las fotografías de dos Cristos estaban en la cabecera de las exequias.
Hugo Montatixe, hermano de Aníbal, comentó afuera del funeral sobre el accidente suscitado la madrugada del pasado sábado. “Les había invitado a festejar un cumpleaños y mi hermano con mi cuñada se fueron lo más temprano posible porque el domingo iban a reunirse con sus nietos para tomar colada morada”.
Auto fantasma
Era la 01:00 del 6 de noviembre cuando Aníbal y Teresa bajaron del domicilio de su familiar para dirigirse a la suya. Llegaron hasta la Panamericana y cuando trataron cruzar un auto fantasma les quitó la vida.
La fémina de 60 años, murió en el momento, mientras la gente que escuchó lo sucedido salió a ver lo que se podía hacer con el hombre de 62 años, quien agonizaba.
“Lo llevaron hasta el hospital básico de Machachi e hicieron lo que pudieron”, pormenorizó Julio Aguayo, cuñado de la fallecida, quien supo de lo ocurrido a través de una llamada telefónica.

Unos parientes fueron hasta el centro de salud, donde les explicaron que luego de atender a Aníbal de un paro cardíaco terminó con su vida. Mientras tanto, otro grupo de allegados fue a la morgue en la que estaba Teresa.
Por el momento, no saben las características del vehículo que produjo la desgracia; pero, confían que las cámaras del sector hayan captado.
Entretanto, el dolor por la partida de los esposos ha hecho recordar a sus seres queridos todo lo bueno que la pareja hizo. “Se conocieron en el colegio cuando estaban en cuarto curso. Se casaron y mi hermano compró un camión para trabajar en el transporte”, recordó Hugo con dolor. La esposa de Aníbal, en cambio, se dedicó a la venta de carne en el mercado de Machachi precisó. Juntos engndraron tres hijos y hace poco se dedicaron a la venta de pinchos.
Redacción: Paula Pérez Pereira