Fueron once días que Juan pasó internado en el hospital de Infectología de Guayaquil. Sonia, su esposa, comentó que pensó que se iba a morir: Tenía fiebre que superaba los 39 grados, escalofríos, malestar general, y vómito, lo que le provocó una deshidratación severa.
Luego de pasar por dos centros de salud, en Samborondón y Durán, lo derivaron a Guayaquil, directo a hospitalización. Allí al realizarle los exámenes se determinó que Juan no solo tenía dengue si no también paludismo, por lo que su caso era complejo.