El movimiento islamista palestino Hamás lanzó un ataque contra Israel el 7 de octubre, lo que desencadenó una respuesta militar por parte de Israel, lo que resultó en una escalada de violencia que ha causado más de 1,200 muertos en Israel y aproximadamente 1,100 en la Franja de Gaza. El ejército israelí continúa combatiendo contra milicianos palestinos armados en varias localidades del sur.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que están en medio de una campaña militar y que esto es solo el comienzo, ordenando la movilización de reservistas. El objetivo es utilizar toda la fuerza militar para desmantelar las capacidades de Hamás, que ha gobernado la Franja de Gaza desde 2007, y exhortando a los palestinos a abandonar el territorio.
Estados Unidos comenzó a enviar ayuda militar a Israel y acercó su fuerza naval al Mediterráneo en respuesta a los ataques sorpresa de Hamás. El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió apoyo total al Gobierno y al pueblo israelí frente a los ataques terroristas de Hamás.
Además, Biden advirtió a cualquier actor hostil a Israel que intentara aprovechar la situación. Las autoridades israelíes han confirmado la muerte de al menos 100 personas y 908 heridos durante el ataque masivo, con medidas como la suspensión de clases y restricciones al tráfico aéreo.