La potente luz del faro de un helicóptero alumbró, la madrugada del 4 de marzo, la intervención policial durante el allanamiento a la residencia del exasambleísta Pablo M., en una urbanización de la exclusiva isla Mocolí.
Sitiaron el lugar y desde las alturas se observó, en un video difundido por la institución, la irrupción de los uniformados para capturar al exlegislador, procesado por la Fiscalía en el caso derivado de la investigación Metástasis, denominado Purga.
Con trajes tácticos y armados, el grupo policial recorrió la propiedad con piscina, jacuzzi y espacios verdes, mansión que no consta en la última declaración de bienes que hizo el exlegislador a Contraloría en 2022.
Ese año, su patrimonio reportado ascendía a $ 950.000 e incluía, por ejemplo, $ 410.000 en cuentas por cobrar, $ 400.000 por ‘obras de arte, joyas y colecciones’ y $ 180.000 por menaje de casa.
Tres días después de este operativo, el 7 de marzo, la atención se volvió a centrar en este sector, ubicado en el kilómetro 6 de La Puntilla, parroquia del vecino cantón de Samborondón, en la avenida Samborondón.
La Policía allanó una vivienda y detuvo a cuatro hombres presuntamente involucrados en un asesinato cometido en Guayaquil. En su poder, dentro del vehículo en el que se movilizaron, hallaron armas, municiones, dinero y una computadora; mientras que en el predio no se encontró ningún indicio.