Novak Djokovic se vio obligado a abandonar las semifinales del Abierto de Australia por una lesión, siendo abucheado por el público, tras perder el primer set ante Alexander Zverev por 7-6(5) en una hora y 21 minutos de juego. El serbio, ganador de 10 títulos en Melbourne, no pudo superar la lesión sufrida en el primer set de su victoria frente a Carlos Alcaraz en los cuartos de final.
Zverev, quien avanzó a su tercera final de Grand Slam, pidió respeto al público, recordando que Djokovic ha competido en ocasiones con lesiones graves, como una rotura abdominal y un desgarro en el isquiotibial.
El campeón de 24 Grand Slams estuvo en el centro de las críticas tras su partido contra Alcaraz, cuando mostró signos de una posible lesión en los isquiotibiales. A pesar de la incomodidad, Djokovic logró recuperarse temporalmente con medicación antiinflamatoria, pero no sabía si podría continuar en el siguiente encuentro contra Zverev.
El serbio, de 37 años, suspendió su sesión de entrenamiento previa al partido debido a problemas físicos, pero completó el calentamiento sin incidentes. En el partido, los intercambios fueron intensos, con Zverev aprovechando la condición física de su rival. Tras un error en el primer punto de set, Djokovic se acercó a la red, le dio la enhorabuena a Zverev y anunció su retirada, dejando la pista entre abucheos de la afición australiana.
Con la victoria, Zverev se convierte en el tercer alemán en la Era Abierta en llegar a la final del Australian Open, uniéndose a Boris Becker y Rainer Schuettler.
El serbio explicó que, aunque había hecho todo lo posible para tratar la lesión con medicamentos y fisioterapia, el dolor fue creciente hacia el final del primer set, dejándolo en duda sobre su regreso al torneo en el futuro. «Si hubiera ganado el primer set, tal vez habría intentado seguir, pero la situación empeoró rápidamente».
