Los agentes empezaron a interceptar las llamadas telefónicas en noviembre del año pasado. Habían identificado a varios miembros de Los Choneros y solicitado permiso judicial para las escuchas. En siete meses recolectaron información de quince hechos violentos, entre distubrios, robos, secuestros y asesinatos, y lograron ubicar a una veintena de sospechosos, entre ellos, Verónica B. Z., madre de una bebé de Adolfo Macías Villamar, alias Fito, el líder de la organización criminal.
No fue el único pez gordo. La Policía también identificó a otros supuestos cabecillas: Adrián S. A., alias Mongolo, Máximo M. B., alias Pato, y Ántoni C. C., alias Veneco. La Fiscalía formuló cargos en contra de los 20 involucrados por presunta delincuencia organizada, el pasado 30 de mayo. Hoy se conocen los indicios que presentó en la audiencia.
El fiscal a cargo del caso enumeró uno a uno los hechos en los que, de acuerdo con las conversaciones interceptadas, habrían participado los involucrados:
El fiscal mencionó en la audiencia que, dentro de las investigaciones, se logró ubicar las cuentas bancarias en las que se depositaban los beneficios económicos producto de los hechos ilícitos. Nombró a tres personas como titulares de esas cuentas, entre ellas, a Verónica B. Z. Al final de la diligencia, los 20 involucrados recibieron orden de prisión preventiva.